lunes, 6 de junio de 2016

Mitos y Realidades acerca de la Migración de Documentos Ofimáticos


Es bien sabido que cualquier migración de sistemas informáticos conlleva un proceso traumático para los usuarios finales de dichos sistemas, sobre todo cuando se trata de herramientas de escritorio que son utilizados intensivamente en la mayoría de las actividades rutinarias de trabajo.

Sin embargo, la mayoría de las molestias o incomodidades causadas por la migración de documentos ofimáticos son consecuencia de malas prácticas o hábitos que se comenten frecuentemente en cuanto el uso de formatos no estándares.

¿Qué es un formato estándar de documentos digitales?

En tecnología y en general, un estándar es una especificación que regula la realización de ciertos procesos o la fabricación de componentes para garantizar la interoperabilidad. En informática, un formato de almacenamiento es la estructura usada para grabar datos en un archivo. Los formatos pueden ser propietarios o abiertos.

Un formato propietario es propiedad de su fabricante. Su uso por parte de terceros está condicionado a los permisos que el propietario otorgue. Las especificaciones de formatos propietarios generalmente no son públicas.

Un formato abierto es de uso libre. Las especificaciones se encuentran disponibles en forma gratuita y no se requiere un permiso del fabricante para desarrollar software que las utilice para almacenar o abrir documentos.

El usar un formato estándar conlleva las siguientes ventajas:

·         Facilidad de trasladar información de una plataforma a otra.
·         Mayor aceptación: mientras más extendido sea un formato estándar, más aplicaciones, sistemas operativos, dispositivos, etc. aceptarán dicho formato. Esto nos permite ahorrar la conversión entre formatos diferentes cuando se quiere trasladar de un lado a otro. (La conversión entre formatos puede ser una tarea laboriosa)
·         Si el formato estándar es abierto, es decir, cualquiera puede acceder a su código y mejorarlo, en general, se produce una evolución positiva constante de dicho formato. Por ejemplo: mejor compresión, mejor calidad, etc.

De lo antes expuesto, ¿Se considera que el formato de los documentos de Microsoft Office, es un  estándar? La respuesta es no, ya que a pesar de que actualmente los documentos Microsoft están ampliamente difundidos y utilizan extensiones de archivos derivadas del formato xml, el cual es un formato abierto y estándar, la codificación que utiliza para dicho formato, no lo es. Esto representa una desventaja técnica importante, que dificulta el compartir dicha información con otros sistemas, donde se quiera visualizar, en tal sentido, se considera que el uso de estos formatos sea una mala práctica dentro de los entornos productivos.

En casi todos los Sistemas Operativos: Ubuntu, Red Hat, Centos, MacOSX, Android, entre otros, el formato de codificación de caracteres utilizado es UTF-8, el cual usa un estándar, llamado Unicode, creado y adoptado por la mayoría de empresas del sector, y diseñado para facilitar el tratamiento informático, transmisión y visualización de textos de múltiples lenguajes y disciplinas técnicas.

Microsoft, en cambio, no utiliza los estándares tales como UTF-8, usa sus propios formatos de codificación no compatibles al resto. Aunado a esto, muchos usuarios han sufrido la frustración que significa tratar de abrir un archivo de la Suite Office con una versión del producto anterior. Un formato de archivo propietario que no es tan siquiera compatible con versiones antiguas del producto que lo genera, en ninguna circunstancia puede ser considerado un estándar.

En el 2006, se aprueba un estándar abierto de documentos ofimáticos, el cual fue nombrado Open Document Format for Office Applications, por parte de las organizaciones ISO e IEC como estándar internacional ISO/IEC 26300:2006, compatible con la mayoría de las aplicaciones ofimáticas que existen en el mercado, funcionan en cualquier sistema operativo y utilizan librerías y codificaciones, que a su vez también son estándares.

Buenas Prácticas Ofimáticas.

·         Siempre preferir el uso de formatos estándares libres sobre cualquier otro formato, la mayoría de las aplicaciones de oficina soportan el estándar OpenDocument (.odt, .odf y .odp) incluyendo Microsoft Office que puede generarlos y abrirlos desde su versión 2007.

·         En el caso de tener una versión de Microsoft Office anterior a la del 2007 o en cualquier versión en la que no está disponible guardar en formato estándar libre, evitar guardar la información en extensiones de Office XML (.docx, .xlsx y .pptx), preferir en su lugar las extensiones antiguas de Microsoft Office (.doc, .xls y .ppt) que son más compatibles con el propio Office y otras aplicaciones ofimáticas.

·         Evitar utilizar características de software que añadan scripts adicionales a la información que se guarda en archivos ofimaticos (Ejemplo: Macros de Excel).

·         Evitar utilizar los macros de excel (o de cualquier otra aplicación de hoja de datos) como sistemas de información crítica de una organización.



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